miércoles, 12 de noviembre de 2008

Alba

eres tan hermosa,
como un helicóptero cayendo en llamas
/con toda una tripulación
/de marines estadounidenses.
como los derrumbes bursátiles,
o el repentino estallar de los monóculos en primavera.

como cuando de miedo se crispan las galeras,
y de un amarillo violento y profundo se tornan
/los desesperados ojos de los acaudalados.

como cuando en mil pedazos volando
-cual fugaces y etéreas islas-
las histriónicas embajadas desaparecen.

como un magnicidios a las doce del hartazgo,
o las catástrofes financieras,
como una reforma agraria o,
como cuando con su fugaz aleteo
las calvas cabezas de los burócratas
las mariposas fulminan.

¿Será porque tus labios me recuerdan a
una ancha y carnosa fila de obreros arrimándose
a las cálidas cercanías de una barricada?

¿o serán tus ojos ardientes como
dos llantas encendidas en medio de
/una avenida principal?

¿O será por la manera en que tu cabellera
suele desplegarse con el viento como
una inmensa bandera negra que
reparte noches a su paso?

o tal vez simplemente sea
porque te amo
como aman las ráfagas de metralla
la piel de los tiranos.

1 comentario:

Hugo Germán Vera Pastrana dijo...

Debo decirte que es uno de los mejores poemas que he elido en mi vida. Salud